Se trata de José Parnoy, quien estuvo en "La Escuelita"
Un hombre que militó en la mesa directiva de la Federación Universitaria Argentina (FUA) y estuvo detenido junto con su hijo en el centro clandestino de detención "La Escuelita" brindó hoy su testimonio, en el marco del juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en Bahía Blanca durante el último gobierno militar.
Se trata de José Parnoy, quien fue detenido junto con su hijo Gustavo, que tenía 16 años.
"El 22 de julio de 1976 me acosté a dormir y a las cuatro de la mañana sentimos un vidrio roto y enseguida me invadieron la casa -dijo Parnoy-. Luego tuve referencias por el sereno de una estación de servicio, que afuera había siete camiones con 32 soldados cada uno."
Padre e hijo fueron trasladados al Batallón de Comunicaciones donde, dijo, tras una simulación para ser liberados fueron nuevamente detenidos y permanecieron en "La Escuelita".
"Muchos años después me di cuenta de que quien subió al auto y me apuntó con una pistola en la cabeza era Corres", sostuvo, en referencia al principal interrogador del centro clandestino de detención, Julián "Laucha" Corres.
Agregó que "el lugar de detención era malo. Comíamos con una mano atada y cuando entré quien me conducía me indicaba que esquivara cuerpos que no sé si estaban vivos o muertos".
Parnoy pidió a los jueces "no como reivindicación personal ni como revancha, que se haga justicia"
Se trata de José Parnoy, quien fue detenido junto con su hijo Gustavo, que tenía 16 años.
"El 22 de julio de 1976 me acosté a dormir y a las cuatro de la mañana sentimos un vidrio roto y enseguida me invadieron la casa -dijo Parnoy-. Luego tuve referencias por el sereno de una estación de servicio, que afuera había siete camiones con 32 soldados cada uno."
Padre e hijo fueron trasladados al Batallón de Comunicaciones donde, dijo, tras una simulación para ser liberados fueron nuevamente detenidos y permanecieron en "La Escuelita".
"Muchos años después me di cuenta de que quien subió al auto y me apuntó con una pistola en la cabeza era Corres", sostuvo, en referencia al principal interrogador del centro clandestino de detención, Julián "Laucha" Corres.
Agregó que "el lugar de detención era malo. Comíamos con una mano atada y cuando entré quien me conducía me indicaba que esquivara cuerpos que no sé si estaban vivos o muertos".
Parnoy pidió a los jueces "no como reivindicación personal ni como revancha, que se haga justicia"
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